Querida Cris, mi niña:
¿Escribirte? No sé qué puedo escribir, estoy mutilada por la impotencia, asfixiada por el hedor pútrido de un sistema de que no solo te falló en vida, sino que nos está matando a todos de nuevo, lentamente.

¡20 años de condena por 42 navajazos! El asesinato salvaje de Cristina, la aniquilación de un futuro prometedor, ha sido “saldado” por la “justicia” con solo dos décadas. ¿De verdad creen que el daño cometido se compensa con tan poco? Pero la indignación no termina ahí: durante el juicio ni siquiera se quiso abordar el historial de abusos y violaciones reiteradas por parte de este monstruo, porque, legalmente, ¡habían prescrito! Esta es la justicia que protege a los machistas y narcisistas de manual. Una vergüenza y un mensaje aterrador para las víctimas. ¡INCOMPRENSIBLE!

¡NO LO ENTIENDO!
¡Qué monstruosa indiferencia! La condena no es justa; es otro duro golpe sangriento en el rostro de tu memoria. Al final tu brutal asesinato quedará en una simple estadística. Hoy la justicia escupe sobre tu tumba.
¡Exijo que el peso real de la ley caiga sobre la bestia que te arrebató la vida!

